Las reglas los arrodillan...

Las reglas los arrodillan frente a la imagen,

diezmo,
golpe de pecho,
la cruz los castiga si niegan real fe.

Un pecado diario que pagan cumpliendo
visita dominical,
incienso,
rezos,
todo un acto circense para lograr
que los puedan perdonar.

Bautismo,
comunión,
fanatismo,
confirmación.

Una sarta de pendejadas para obtener
un paraíso que es producto de la imaginación.

Te voy a mostrar...

Te voy a mostrar un filo adulador,
fino, simulador,
para que no sangres,
para que recuerdes esas tardes,
de riesgos,
de cuerpos,
de agónicos orgasmos,
de pasados inviernos.

Te voy a mostrar el ritmo del sudor.

Prepara el dialogo,
la situación,
esa emoción,
en un segundo,
controla el mundo.

Nada al azar,
sin espontaneidad,
calculadora,
mide impactos a cada hora.

Marca la pauta,
eso le encanta,
sigue un guión,
no hay desviación.

Detecta temor,
corrige el error,
coordina efectos,
su temple es perfecto.

¿Se parece a ti todo esto?

El desierto y sus elementos.

Cactus,
Fiel angustia,
Colibrí,
Virgen mustia.

Asfixia,
Sol amargo,
Malicia,
Dulce pargo.

Tormenta,
Arena hirviendo,
Violenta,
Sal fluyendo.

Escorpión,
Sudor fermentado,
Infección,
Oasis inventado.

Imagen: Ramón Siverio