Parece toda una vida,
una especie de pináculo que nunca se repite.
La esquina del mundo a mediados de los 90´s, era un lugar singular,
en una época muy especial.
Pero no hay explicaciones... ni mezclas de palabras, ni música, ni recuerdos que se aproximen a la sensación de saber que tú viviste en ese momento y en ese lugar. Fuera lo que fuera.
Todo era una locura y a cualquier hora había chispas por dondequiera.
Había una fantástica convicción universal de que lo que hacíamos estaba bien y que íbamos ganando.
Y creo que eso era lo crucial.
Esa sensación de la inevitable victoria sobre las fuerzas del mal.
No en un sentido militar, no nos hacía falta.
Nuestra energía simplemente prevalecería.
Todos teníamos el impulso.
Estábamos en la cresta de una inmensa y hermosa ola.
Y ahora... menos de cinco 25 años después...si desde alguna esquina en el barrio se mira al oeste... con la debida mirada... casi se puede ver la línea de las aguas altas... el lugar donde finalmente rompió la ola y retrocedió.
Descansa en paz Sapín!
