martes, noviembre 25, 2014

Podrías ser


Podrías ser paz,
pero desayunas histeria,
cenas amargura y todas las mañanas
te levantas en armas contra el menos
responsable de tus desavenencias.

Uniformado,
desinformado,
cortas el silencio al accionar tu metralla
contra el sueño esperanzador del inocente.
Acordonas el área,
amordazas las ganas,
castigas al testigo,
te sientes enemigo.

Podrías sumar,
pero no respetas, no conversas, no danzas;
y te apegas a la orden dictada,
ecuación políticamente conveniente que
te permite posarte en la comodidad del sofá
que te ganaste en la rifa navideña de hace 7 años,
cínico!

Podrías ser ejemplo,
héroe racional,
maestro,
artífice,
fértil,
luminoso,
viento a favor;
podrías ser moraleja.

Podrías ser paz,
pero eres abyecto.

martes, noviembre 18, 2014

Vecino



El es mejor que yo.

Su casa es más grande,
su jardín es de rosa y clavel,
su perro es de raza y de nombre en ingles;
carro de modelo reciente,
no toma, no fuma,
su trabajo le genera bienestar económico-social,
se expresa adecuadamente,
no miente.


Se viste formal,
su dentadura es perfecta,
su cabello no se caer,
saluda, sonríe,
siempre natural y reluciente.


Hace deporte,
baila al son que le toquen,
el es mejor que tu,
te lo mereces.

jueves, noviembre 13, 2014

Cuatro


Juega a las escondidas con el zombie o baila desfachatadamente un buggy,
se acurruca en mi pecho a la hora de la siesta y me convierto en el ser más cursi;
igual orina al gato que pinta una pared,
ayer se ganó estrellita, antier hizo a la familia arder.


Siempre es “la última y ya”,
cansa al abuelo, a la abuela, a la mamá,
fuerte como Hulk, rápido como Dash,
 
inteligente como Ryder, cantador como el papá.

Superhéroe, artista,
deportista, terrorista;
cuatro años tratando de entenderlo,
a veces creo que solo nos va dejando pistas.




martes, noviembre 04, 2014

Carta de Alondra


Estoy asténica, mi amor,
de amor, de ti, de tu falta, de “tócame”, 

de “ya no aguanto más”.

Te he buscado en las noches,
entre mis piernas, entre mi fuego,
y me sobran ganas, y me falta tu miembro,
y no logro recuperarme;
te extraño de día, te deseo en insomnios recurrentes,
te perdiste en el camino, te encontraré, no trates de esconderte.


Estoy harta de tu ausencia, de tu parsimonia,
de tus pocas ganas de verme, sentirme, estrujarme el cerebro,
de tus muchas ganas de no volver y dejarme el cuerpo enfermo.


No te quedes para siempre,
tres días serían demasiados, suficientes,
regresa por unas horas, por lo menos,
sorpréndeme en la mañana, levanta la sabana y métete en mis aguas.


Estoy muriendo contigo, por ti, sin ti,
por las ansias, por el desvelo,
por recordarte, conmigo, con nadie;
me muero de soledad (Ángela ya no viene a visitarme),
de sequedad, de nada, de “me estoy volviendo loca”.


Vuelve, ven a matarme, quiero ir a donde estemos juntos,
entiérrame a tu lado, tus uñas al costado,
tu grueso infiltrado, quítame el apetito a tumbos.