martes, noviembre 04, 2014

Carta de Alondra


Estoy asténica, mi amor,
de amor, de ti, de tu falta, de “tócame”, 

de “ya no aguanto más”.

Te he buscado en las noches,
entre mis piernas, entre mi fuego,
y me sobran ganas, y me falta tu miembro,
y no logro recuperarme;
te extraño de día, te deseo en insomnios recurrentes,
te perdiste en el camino, te encontraré, no trates de esconderte.


Estoy harta de tu ausencia, de tu parsimonia,
de tus pocas ganas de verme, sentirme, estrujarme el cerebro,
de tus muchas ganas de no volver y dejarme el cuerpo enfermo.


No te quedes para siempre,
tres días serían demasiados, suficientes,
regresa por unas horas, por lo menos,
sorpréndeme en la mañana, levanta la sabana y métete en mis aguas.


Estoy muriendo contigo, por ti, sin ti,
por las ansias, por el desvelo,
por recordarte, conmigo, con nadie;
me muero de soledad (Ángela ya no viene a visitarme),
de sequedad, de nada, de “me estoy volviendo loca”.


Vuelve, ven a matarme, quiero ir a donde estemos juntos,
entiérrame a tu lado, tus uñas al costado,
tu grueso infiltrado, quítame el apetito a tumbos.