Soy el suspenso de un trébol deshojado,
ella es la factura de un profundo pozo que han tapado.

Preguntas sin sentido...

Por que no se devoran?

Atrás las manos desarmadas.

Por que se ilusionan?
Tus ojos de película,
Contenidos y endulzados.

Para que son las ausencias?
Clemencias enclaustradas en los bares.

Para quien son esas cadencias?
Arrepentidas, sofocadas y audaces.

Tibia la rima de mi canto,
Sin argumento el timbre y desacato.

Anda firme y libre el soberano,
Valuando el suelo por el que va pasando.

Cimbra cuerda taladro,
Victima de este insomnio infectado.

En otra parte del mundo
debe haber alguien moldeando en barro su trampa, como tú,
alguien acomodándose los nervios, como yo,
tal vez alguien colapsando ante el espejo, como Dios.

En la columna vertebral de una estrategia planeada
se despliega la imperfección desarrollada tras una vida aletargada,
y se absorbe el ácido sudor acumulado en la jornada.

En la zona errónea de tu suculento cerebro
se autodestruyen los sueños,
así, boca abajo,
en la cumbre de tu orgasmo,
podrás sobrevivir.