Participantes

A base de besos,
volátiles,
reciclados,
deseos acumulados.
A veces bocetos,
voces susurrando imposibles,
desentonados;
y se creen Dioses,
siendo participantes apenas,
inválidos.

Soy el verbo redundante

Soy el verbo redundante,
arrogante y pretencioso,
expiro insensibilidad,
estratega indecoroso.

Experto en clasificar en:
bueno – malo,
azul – rojo,
ángel conciente – judas doloroso.

Soy la costumbre asfixiante,
palabra de ocho consonantes,
la vergüenza constante,
el problema más grande,
la voz rancia de un diletante.

Alondra: En la continuación del miedo

En paralelo, tiembla,
en días azules se entierra las uñas en la sien,
fiel al precipicio,
con el cerebro en ti pero la entrepierna húmeda,
con la mirada en mi,
y el recuerdo en el aliento.

En la continuación del miedo,
aguarda, paciente,
Alondra, silente,
señuelo de Dios.

El día

Espeso es el color de su encanto,
tripulado por sus deseos de asfixiarme,
sin argumento,
sin motivo alguno;
lo confirmo cada mañana en que me despierta
abruptamente con un rodillazo en el coxis,
maldita costumbre de ni siquiera negociar paz.

Admiro detalladamente el cielo gris en esas tardes;
humildemente pido ayuda y tu me tiras a la cara con un martes.