A las dos,
con el cuerpo caliente,
la intensidad en la pelvis,
y el cerebro apagado.
A las dos,
en acuarela,
uniformes,
con cautela.
Dos alas,
y un vuelo atrasado…
A las dos,
el sinsabor del adiós,
las marcas en el cuello,
y la inseguridad de volver a sentir.
A las dos,
cartón y azufre,
sufrir sin luces,
abrazar el dolor.
A las dos,
el mensaje incompleto,
dialogar sin objeto,
repetir la oración.
A las dos,
el abismo en el sueño,
la nostalgia del bueno,
trasnochar en canción.
A las dos, tres,
y que el conflicto no se agrave.