martes, agosto 19, 2014

Cada martes

-->
Cada martes,
en la constante necedad de alcanzar
lo que tu no pudiste, escribo…

Después me aletargo,
hundido en pensamientos que no se pueden plasmar,
con el costado quemándose,
con la comisura irritada,
abandonando el sueño para confundirme en la realidad,
absoluta, dolorosa,
primitiva.

Más tarde regreso,
lo intento de nuevo,
empujado por tu recuerdo,
ese que se empecina en dibujarme imágenes coloridas
en el poco cerebro que me queda.

Y aquí vamos de nuevo…