Voy tras de él mientras ella nos guía

Voy tras de él mientras ella nos guía;
(migajas, baja frecuencia, paralelismo)
animal de mar,
desierto infranqueable,
enamorada de su desgracia,
criatura incubada en el vientre del inquietante
desconcierto que nos invade cada lunes.

Él le sonríe y le hace reverencia,
yo camino a sus espaldas,
estudiando sus movimientos, sus destellos
y sus fragancias naturalmente mortíferas;
soy un celador de sus sueños mas ruines y pretenciosos.

Todos los días una película,
tres actos en cámara lenta,
cambio de vestuario y fundamento,
cada escena un aprendizaje instantáneo;
el tempo está cuadrando,
son siempre las 4:20,
ningún viaje ha sido en vano.

Viene a morderme el costado mientras ella nos observa,
yo vengo a cobijarme en su santuario, cada noche,
de la forma más terca.

El deseo, la realidad,
yo.

Jaime:

Te encontré entre cuentos de hojas amarillentas,
entre historias desnudas y prosa poderosa,
entre intentos complejos,
esperanto y otros dialectos;
te cubría el polvo el título y la silueta.

Aprendí a hojearte en cada visita,
entendí tu esencia y todas tus citas.

Te escondí en la repisa más lejana,

de la vista,
de “nos vemos mañana”,
de la disponibilidad,
de tus amorosos en potencia.

Tiempo después comprendí que no podías 

ser solo para mi,
y que tu vida ya era de todos.

Se casaron los fantasmas

Se casaron los fantasmas,
ella transparente, el en disfraz barato.

Un lazo imaginario que los ató

significativamente para nunca,
un vals instrumentado por patrones de silencios que los acompañará para siempre.

Inexistencias sustanciales,

sistemas intangibles,
axiomas endémicos, tecnicismos insoportables.

Todo un paquete mágico que

les alcanzará para nada.