Esta historia no da para mas
Era de esperarse…
Segoviano “el Diablo” Ortega no era matón,
Usaban sus inteligentes puños
solo para abrirse paso,
Nunca para accionar últimos alientos.
No era amigo de la muerte,
Era solo compañero del ocaso.
Despertaba en madrugada,
En domingo descansaba (no era Dios),
Pero igual creaba, y tomaba cebada,
Y se bañaba con Eva, su mujer amada.
Anoche fue ejecutado,
Le cayó la oscuridad y el gas…
(Huele a muerte, en donde esta?)
- Intento de un diletante -
